Todo se iba a tornar un vació y ni siquiera iba a tratar de perder mi tiempo en mentirme a mí misma o tratar de llenar ese vació con otras personas o cosas, cuando alguien deja un vació nadie puede llenarlo, ese lugar fue especialmente para esa persona porque así lo quiso la vida.
Muchas personas van y vienen a nuestras vidas, es como si tu corazón fuese una casa y allí recibes a toda persona que conoces a lo largo de toda tu vida, si el corazón es la casa entonces recibirás allí en el porche a esas personas, conversaras con ellas, algunas se quedaran, otras te visitaran periódicamente y otras sencillamente no las veras más nunca, solo pasaron una vez y ya.
Entre las personas que se quedan allí en ese porche, las mantienes allí, no las dejas entrar a esa casa llena de sentimientos. Es como si intentaran tocar la puerta de tu corazón para entrar, pero te haces la dura no quieres que conozcan lo débil que puedes llegar a hacer y te mantienes firme, hay otras que entran con tanta facilidad que ni hace falta que toquen la puerta de tus sentimientos porque tú misma las invitas a pasar, bajo tus propios riesgos, pero lo haces y así paso con ella, así me paso a mí.
Ni falta hizo que tocara la puerta, yo misma la invite a pasar, le mostré cada uno los rincones de esa casa llamados sentimientos, lo más mínimo, lo más minucioso, el detalle más insignificante, me gustó tanto invitarla a pasar que quiero que se quede allí el resto de esta y de las otras vidas.
1 comentario:
Me encanto esto t.t
Publicar un comentario